Alcalá Rosas/ Agencia Informativa Alor Noticias
Cosoleacaque, Ver. 19 de febrero 2021.- Felipe, el músico de Dios, regresó a la Parroquia Preciosa Sangre de Cristo para unirse a las alabanzas del coro «Nazaret», solo que está vez en un ataúd color blanco.
Los feligreses colocaron un teclado y un micrófono, para que de manera simbólica Felipe alabara a Dios como solía hacerlo.
Fue el miércoles de Ceniza que al salir de la iglesia, Felipe fue asesinado. Sus agresores le dispararon por la espalda, quedando su cuerpo sin vida en la calle. En su mochila cargaba una laptop y libretas que utilizaba para estudiar y alabar a Dios.
Una gran multitud acompañó al joven de 20 años de edad, rumbo al panteón municipal, al mismo tiempo se manifestaron pidiendo seguridad y paz.
Familiares, amigos y feligreses iban vestidos de blanco, con pancartas, fotografías y flores, exigían justicia divina y terrenal.
En el trayecto sonaban las alabanzas que Felipe de Jesús había practicado con el coro para esta semana de cuaresma.
Los restos quedaron sepultados junto a su madre, la señora Francisca Torres Ramírez, quien falleció en septiembre del año pasado.
Apenas el 16 de febrero, el pueblo de Cosoleacaque sepultó a Gladys Merlín y Carla, su hija, que fueron asesinadas en su casa, esta tragedia enlutó al municipio.
Aún no se marchitan las flores, aún no secaban las lagrimas, aún con el dolor en los corazones, cuando Felipe, el músico de Dios fue asesinado y los ciudadanos pasaban otro trago amargo.
«Únete al coro celestial, con los ángeles, Dios tenía una misión para ti y la cumpliste aquí en la tierra, descansa en paz mi niño, descansa en paz Felipe», expresión en medio de lágrimas.