Ciudad de México, 12 de septiembre de 2016.– La moneda mexicana continúa debilitándose frente al dólar. Este lunes, el billete verde se vende hasta en 19.47 pesos en ventanillas de Banamex, 29 centavos más que al cierre de la jornada anterior, mientras que en su cotización interbancaria alcanzaba por la mañana máximos no vistos desde la votación a favor del Brexit, al intercambiarse en 19.08 unidades.
De acuerdo con especialistas en economía, las monedas de naciones emergentes, incluido el peso mexicano, se ven sometidas a presiones de baja como respuesta la fortaleza del dólar en el mercado internacional, una ola de ventas en las principales plazas bursátiles del mundo.
En el caso de México, dicen, el dólar puede llegar esta semana los 20 pesos. El máximo histórico de este año es de 19.71, el cual se alcanzó el 11 de febrero.
En el mercado energético, los precios del petróleo abrieron con un descenso, el barril de Texas retrocedió 1.53 por ciento y cotizaba a 45. 18 dólares el barril, mientras que el crudo Brent abrió en 47.31 dólares, una caída del 1.45 por ciento frente al cierre del viernes.
En el mercado accionario, la Bolsa Mexicana de valores (BMV) perdía 0.89 por ciento. El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), que agrupa a las 37 acciones más líquidas en México, cedía 0.58 por ciento esta mañana, en 46,187.73 puntos; influenciada por la creciente incertidumbre sobre el alza de tasas de la Reserva Federal (Fed).
Wall Street abrió hoy con pérdidas pero media hora después el Dow Jones, su principal indicador, avanzaba un 0.13 por ciento, en medio de la incertidumbre por el debate sobre la subida de los tipos de interés en Estados Unidos.
Este lunes, economistas especializados en empresa mantuvieron sus previsiones de que la economía siga creciendo los dos próximos años, aunque volvieron a rebajar sus expectativas sobre el volumen de ese crecimiento.
La mediana de la estimación de expertos encuestados por la National Association for Business Economics (NABE) indicó un crecimiento del producto interno bruto del 1.5 por ciento este año, por debajo del 1.8 por ciento previsto en junio.
La previsión para el año que viene es de un crecimiento del 2.3 por ciento.
Además, el 81 por ciento de los encuestados dijeron que no esperan que la economía estadounidense toque techo al menos hasta 2018.
La asociación señaló que su informe de septiembre, difundido hoy, es el cuarto sondeo trimestral consecutivo en el que los economistas participantes han rebajado sus expectativas de crecimiento del PIB en 2016.
El grupo señaló a una menor previsión de inversiones corporativas como principal motivo, si bien las preocupaciones sobre el resultado de las elecciones presidenciales de noviembre también han sido un factor. Poco más de la mitad de los economistas consultados dijo que la incertidumbre electoral había tenido un impacto “negativo moderado” en su previsión del PIB para este año.
La asociación añadió que el 56 por ciento de los encuestados dijo ver la posibilidad de una victoria de Hillary Clinton como un efecto neutral en sus expectativas. El 60 por ciento dijo que una victoria de Donald Trump tendría un efecto negativo.
Por el lado bueno, los economistas no esperaban que las expectativas reducidas del PIB se extendieran al gasto del consumidor. La previsión mediana en el consumo real personal es de un crecimiento de 2.7 por ciento en 2016 y el 2.6 por ciento en 2017.
Ambas predicciones suponen un aumento de 0.1 puntos porcentuales respecto a los datos de junio.
Además, el panel esperaba unos beneficios corporativos planos en 2016, mejor que la mediana de un 2 por ciento de declive estimada en junio. Para 2017 esperan un aumento del 4.2 por ciento.
El sondeo a 46 expertos se realizó entre el 8 y el 25 de agosto.
–Con información de EFE y AP/ Sin Embargo