Heidi Castellanos / Agencia Informativa Alor Noticias
Catemaco, Ver.— En menos de tres días, el río se desbordó dos veces y dejó a su paso 233 viviendas afectadas, tres casas en pérdida total y decenas de familias que lo perdieron casi todo en la comunidad La Palma, municipio de Catemaco, tras las intensas lluvias registradas en la región de Los Tuxtlas, al sur de Veracruz.

El primer desbordamiento ocurrió la madrugada del 22 de diciembre, cuando el nivel del río creció de manera repentina y alcanzó las viviendas mientras los habitantes dormían. Sin tiempo para reaccionar, el agua ingresó con fuerza, arrastrando muebles, electrodomésticos y pertenencias personales.
“Párate, ya está el agua adentro. Cuando quise llegar a la orilla ya me daba a la cintura; mis trastes ya estaban nadando”,.

recuerda Josefa Minquis, una de las afectadas.
Apenas comenzaban las labores de limpieza y el retiro del lodo, cuando el 25 de diciembre el río volvió a desbordarse. Vecinos habían advertido que el azolve del afluente representaba un riesgo grave, sin embargo, la segunda creciente terminó por recrudecer los daños.
“Fue un rato de amargura y desesperación; no sabías por dónde empezar. Todo quedó inservible”, expresó José Manuel, otro de los damnificados, quien pidió apoyo para poder recuperar su vivienda y sus pertenencias.

La fuerza del agua dejó huellas evidentes en la comunidad. En algunas viviendas, el nivel del agua alcanzó casi un metro de altura, doblando puertas metálicas, colapsando bardas y dejando pisos cubiertos de lodo. Decenas de animales de traspatio murieron arrastrados por la corriente, afectando también el sustento de varias familias.
“Nos echó a perder todo: colchones, roperos, refrigeradores, los pollos, ya no pude dormir pensando que el agua volviera a subir”, narró una vecina, aún con temor ante una nueva creciente.

De acuerdo con el reporte de Protección Civil, aunque no se registraron pérdidas humanas, el saldo es 233 viviendas afectadas, una casa arrastrada por la corriente y dos más declaradas inhabitables, además de puentes dañados en la zona.

Actualmente, el río ya regresó a su cauce y se realizan labores de limpieza y dragado para reducir el riesgo de nuevos desbordamientos, en la zona se encuentran brigadas de la Secretaría de Protección Civil y del Ejército Mexicano desplegadas. No obstante, las familias damnificadas señalan que la emergencia continúa y piden apoyo urgente para poder levantar sus hogares, recuperar lo poco que quedó y retomar su vida cotidiana.

Mientras tanto, el temor persiste entre los habitantes de La Palma, quienes viven atentos al comportamiento del río, con la esperanza de que el dragado ayude a que el agua no vuelva a entrar a sus casas.


