Heidi Castellanos / Agencia Informativa Alor Noticias
Minatitlán, Ver._ A sus 72 años, Ángela Ansures Pérez y Pablo Aguilar Cortés, conocidos cariñosamente como “los abuelos de las piñatas”, recorren las principales avenidas de Minatitlán a bordo de su triciclo cargado de color, ilusión y tradición mexicana.
Desde hace cinco años, esta pareja dedica sus días a la elaboración y venta de mini piñatas, hechas totalmente a mano. Previo al Día de Muertos, su oferta se llena de símbolos y personajes de la temporada: catrinas, calabacitas, brujitas, charros catrines y estrellas de calabaza.

Cada pieza puede usarse como decoración o para las tradicionales celebraciones infantiles, y todas llevan el sello de su creatividad y dedicación.
“Es muy laborioso y tardamos para hacerlos, y también hay gastos, pero de verdad agradezco a quienes nos compran, porque con eso nos apoyan. Siempre hemos estado juntos”, comenta don Pablo, mientras acomoda cuidadosamente sus creaciones en el triciclo con el que recorren calles.

Su historia es la de un matrimonio que, después de 52 años juntos, ha encontrado en este oficio no solo una forma de ingreso, sino una manera de seguir activos, compartir tiempo y mantener vivas las tradiciones mexicanas. En su hogar, Pablo moldea las estructuras y Ángela las decora con papel de colores, y detalles que les dan vida a cada piñata.
Tratan de hacer varias piñatitas, y cuando ya tienen un número considerable, es cuando salen a venderlas por la tarde – noche, cuando el sol baja, y sobre todo cuando no llueve.

“Buscamos la vida así, vendiendo las piñatitas que podemos hacer. Ya me canso y me falla la vista, pero hago cuatro al día y con eso salimos a vender”, cuenta Ángela.
Su creatividad no se detiene en una sola temporada. A lo largo del año se adaptan a cada celebración: elaboran pinos y estrellas en Navidad, corazones en el Día del Amor y la Amistad, y figuras temáticas en fechas patrias o escolares.

Con su esfuerzo diario, “los abuelos de las piñatas” se han ganado el cariño de los habitantes de Minatitlán, quienes reconocen en ellos un ejemplo de perseverancia y amor por las tradiciones.


